Las metas son indispensables para el éxito, especialmente cuando se trata de tus finanzas personales.
Nuestras metas deben ser tanto significativas como posibles para permitirnos alcanzar nuestra libertad financiera. También deben ser más ambiciosas que nuestro presupuesto y más atrayentes que nuestras circunstancias financieras actuales.
Ahora que pasamos a un nuevo año, es el momento perfecto para echarle un vistazo a tu vida financiera y establecer metas que verdaderamente te motiven y te emocionen.
¿Listo para empezar? Lee estos rápidos consejos para ayudarte a establecer tus metas financieras.
¿Qué Son Las Metas Financieras?
Las metas financieras son cualquier objetivo que pudieras tener relacionado con el dinero.
Pueden tomar cualquier forma, desde comprar un carro o incrementar tu salario, hasta remodelar tu casa, disfrutar de las vacaciones que siempre soñaste y más.
Aunque estos sean sueños bastante sensatos, estos están constreñidos por una dura realidad: el tiempo.
Algunas metas financieras se pueden alcanzar en un mes, mientras que otras pueden tomar un año (o incluso una vida entera) en cumplirse.
Por ello es importante dividir tus metas en tres grupos primarios: metas financieras a corto plazo, metas financieras a mediano plazo y metas financieras a largo plazo.
Metas Financieras a Corto Plazo
Como implica su nombre, las metas financieras a corto plazo pueden lograrse en el futuro cercano.
En casi todos los casos se trata de cualquier objetivo que puedas completar dentro del siguiente año.
Los ejemplos individuales varían, pero las metas a corto plazo pueden incluir:
- Pagar una tarjeta de crédito.
- Eliminar deudas pendientes.
- Incrementar tu salario.
- Establecer un nuevo presupuesto.
- Tomar vacaciones familiares.
- Casarte.
- Construir (o añadir a) tu fondo de emergencias.
- Ahorrar para el enganche de una casa.
- Invertir en el mercado de valores.
Mientras estableces tus metas a corto plazo, sé lo más realista posible con lo que puedes lograr. Recuerda, podrás trazar tus metas a largo plazo después.
Sé específico y date objetivos que puedas alcanzar con confianza.
Nota: ¡sigue haciendo tu presupuesto a lo largo del proceso! Revisa la regla 50/30/20 para ayudarte a mejorar tus ahorros.
Metas Financieras a Mediano Plazo
Después de fortalecer tus bases financieras, puedes empezar a considerar objetivos más a futuro.
Tus metas financieras a mediano plazo son el puente entre tus objetivos inmediatos y de largo plazo.
Vienen en muchas formas, pero este tipo de metas financieras incluyen:
- Comprar o remodelar una casa.
- Pagar tu hipoteca.
- Tener hijos.
- Maximizar tu potencial de ingreso.
- Pagar tus deudas estudiantiles.
- Empezar un plan de ahorro 529 para la universidad de tus hijos.
- Abrir o expandir un pequeño negocio.
- Diversificar tu portafolio de inversiones en la bolsa de valores u en otras inversiones.
- Invertir en un seguro de vida.
En muchos casos, tus metas financieras a mediano plazo se cumplirán a la “mitad” de tu carrera. Después de todo, estos objetivos están construidos las metas a corto plazo que haz construido.
Traza tus metas a mediano plazo con tus ambiciones más grandes, ya sea que estén enfocadas en tu familia, tu carrera, o ambas.
Metas Financieras a Largo Plazo
Generalmente hablando, el retiro es el enfoque principal de la mayoría de las metas financieras a largo plazo.
Es la etapa de la vida en donde finalmente podrás disfrutar de los frutos de tu trabajo, siempre y cuando hayas ahorrado suficiente dinero para retirarte con la seguridad de que estarás bien.
La mayoría de los asesores financieros recomiendan ahorrar entre 10 y 15% de tu salario mensual en un 401(k) o IRA. Aunque esta es una regla bastante generalizada, cada estrategia para retirarse es única.
Para conocer más acerca de elegir y abrir una cuenta de retiro, haz click aquí para completar la guía.
Además del retiro, otras metas financieras a largo plazo pueden incluir:
- Dejar de trabajar.
- Comprar una segunda casa.
- Ayudar a tus nietos a pagar la universidad.
- Ayudar a familiares con sus necesidades financieras.
- Donar a organizaciones de beneficencia, iglesias u otras causas filantrópicas.
- Hacer voluntariado o negocios en una comunidad específica.
Ya que se trata de planes a futuro, las metas financieras a largo plazo pueden parecer intimidantes al principio. Toma un paso a la vez y verás que estarás cada día más cerca.
Sigue El Método SMART Para Establecer Tus Metas Financieras
Nuestro éxito depende de nuestra perspectiva.
Como Tony Robbins una vez dijo, “no es lo que hacemos de vez en cuando lo que le da forma a nuestras vidas, sino lo que hacemos constantemente.”
Entonces, ¿cómo podemos ser constantes con nuestras metas financieras, incluso cuando—o especialmente cuando— pasamos por momentos difíciles?
Todo comienza con el método SMART, el cual nos motiva a poner objetivos Específicos (Specific), Medibles (Measurable), Alcanzables (Achievable), Realistas (Realistic) y dentro de un periodo de Tiempo Específico (Timely).
Así es como funcionan estos cinco factores:
Específico
Las grandes metas no pueden ser genéricas. En cambio, deben ser tan específicas que solo tú puedas soñarlas.
Es la diferencia entre decir, “quiero tener una casa algún día,” y decir, “quiero tener una casa en la playa en Malibú para cuando tenga 52.”
Medible
Las metas efectivas también son cuantificables. Si son vagas, no podrás monitorear tu progreso ni identificar cuando estás fallando.
Una meta ambigua se ve así: “quiero pagar una parte de la deuda de mi tarjeta de crédito.”
Una meta medible requiere que pongas más énfasis en los números: “tengo una deuda en mi tarjeta de crédito de $2,000 y quiero pagarla en su totalidad.”
Alcanzable
Como discutimos anteriormente, hay metas a corto, mediano y largo plazo.
Para ser exitoso con las tres, debes saber cuáles objetivos estás buscando cumplir y cuándo los vas a buscar cumplir.
Cuando nos ponemos muy ambiciosos demasiado rápido, la ansiedad nos puede paralizar.
Utilizando un ejemplo anterior, el sueño de la casa en Malibú claramente constituye una meta a largo plazo.
Por otro lado, una meta a corto plazo—quizás las más inmediatas y relevantes de los tres tipos—se verá diferente: “Voy a pagar mi deuda de $2,000 de la tarjeta de crédito en exactamente un año.”
Realista
Tú sabes lo que quieres lograr, y eso es maravilloso.
Ahora necesitas determinar cómo llegar hasta ahí.
Para ello, quizás necesites revisar tu presupuesto, cancelar algunos gastos recurrentes y a lo mejor hasta buscar un trabajo de medio tiempo o pedir una jornada más extensa.
Las metas son realistas cuando las puedes conseguir con el tiempo, los recursos y las relaciones que están disponibles para ti en este momento.
Tiempo Específico
Si las personas no tuvieran fechas de entrega, nunca podría hacerse nada.
Lo mismo aplica al establecer metas financieras: si no hay una fecha en el calendario, entonces es fácil ignorar nuestras metas.
Sé específico no solo con qué quieres lograr, sino cuándo lo quieres lograr.
En nuestro ejemplo anterior, una deuda de $2,000 en una tarjeta de crédito (con interés del 18%) puede saldarse exactamente en un año con doce pagos mensuales de $183.
Cuando divides tus metas en partes más pequeños, estas se vuelven más fáciles de manejar.
Nota: usa la calculadora para pagar tarjetas de crédito de Bankrate para ver tus opciones.
Siguiendo Adelante
Establecer metas financieras y alcanzar la libertad financiera van de la mano.
No te dejes agobiar. Mejor toma un tiempo para escribir tus metas específicas a corto, mediano y largo plazo.
Apoya tus sueños de libertad financiera con metas específicamente estructuradas para ello, y nadie podrá detenerte. Confía en que el proceso te dará poderosos resultados.
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